La orientación es la capacidad que nos permite ser conscientes de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Encontramos tres tipos: la orientación personal es aquella que integra la información referente a nuestra historia e identidad, la orientación temporal es la capacidad de manejar información de diferentes hechos o situaciones y situarlos en el tiempo cronológicamente, por último, la orientación espacial es la capacidad de manejar información relativa a de dónde venimos, dónde estamos en un momento específico, a dónde vamos… En definitiva, la orientación es una de las capacidades más relevantes en nuestras vidas.

  En el caso de las personas mayores esta capacidad puede verse alterada por diversos motivos: el simple hecho de envejecer, enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, por un daño cerebral… Actualmente, debido a la situación que estamos sufriendo, las personas mayores se han visto obligadas a dejar su rutina habitual lo cual también puede causar desorientación y confusión.  

  Es importante y necesario trabajar con nuestros mayores la orientación ya que aumenta autonomía, disminuye el riesgo de una desconexión personal y social manteniendo la relación con su entorno, fomenta las habilidades sociales, de comunicación, de escucha  y relaciones sociales. Por ello os recomiendo, a continuación, algunas pautas o ejercicios sencillos que podéis realizar con vuestros mayores durante estos días de confinamiento que les ayudarán, dentro de lo posible, a mantenerse orientados. Estos ejercicios pueden introducirse poco a poco durante una conversación para que no se sientan interrogados o evaluados de alguna manera:

  • Orientación temporal: podemos empezar el día realizando las siguientes preguntas: ¿qué día es? ¿en qué mes estamos? ¿en qué año? ¿en qué estación del año nos encontramos? ¿qué hora es? ¿A qué hora sueles comer/cenar? ¿A qué hora sueles dormir/despertar? Podemos hacerlo de forma más dinámica elaborando con ellos un calendario o un reloj con materiales que tengamos por casa, así posteriormente podremos utilizarlos para que escriba o señale las respuestas.
  • Orientación espacial: podemos continuar realizando las siguientes preguntas: ¿dónde nos encontramos? ¿en qué calle vives? ¿en qué ciudad y país? Otro ejercicio más dinámico podría consistir en mostrarle imágenes de establecimientos como un supermercado, una farmacia o un banco y preguntarle a dónde iría para comprar, aspirina, yogures o sacar dinero.
  • Orientación personal: concluimos realizando preguntas sobre su vida. Podemos pedirle que nos hable sobre el lugar dónde nació, sobre su familia (cuántos hijos tiene, cómo conoció a su cónyuge…), anécdotas que haya vivido. También podemos utilizar fotos suyas y de la familia para hacerle preguntas.

  *Es conveniente que estos ejercicios se realicen a diario o de forma alterna durante la semana en función de las necesidades de nuestros familiares. Además, habrá casos en los que haya que ayudarles a encontrar la respuesta.

  Hoy más que nunca nuestros mayores nos necesitan, hagamos todo lo que esté en nuestras manos para hacerles este confinamiento más ameno y ayudarles a mantener cuerpo y mente.

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