Cada día es más frecuente ver a personas con pérdida de memoria como principal motivo de consulta. En muchos casos esto puede deberse a otros problemas como trastornos de la atención, depresión o cambios normales del propio envejecimiento. Por ello es muy importante realizar un adecuado diagnóstico para asegurarse de que se trata de demencia.

¿Qué es la demencia?

Se trata de un síndrome de deterioro persistente y adquirido. Este deterioro afecta a las funciones cognitivas y es progresivo, es decir, cada vez se ven afectadas más funciones en mayor grado. La pérdida de memoria suele ser el síntoma característico. Este síndrome interfiere significativamente en las actividades de la vida diaria, es crónico y habitualmente irreversible.

Demencias degenerativas primarias: Enfermedad de Alzheimer.

Es la demencia más frecuente (supone el 50-70% de las demencias).Tiende a incrementar su aparición conforme avanza la edad de la población. El deterioro es progresivo e irreversible con pérdida de la memoria a corto plazo como síntoma más característico en las fases iniciales al que se van añadiendo déficits en otras áreas cognitivas. Las personas afectadas habitualmente no son conscientes del déficit.

  • Signos de alarma: disminución de la memoria reciente que afecta a si desempeño en el trabajo o en otras actividades como tareas familiares, problemas del lenguaje, desorientación, disminución de la capacidad de juicio, problemas con el pensamiento abstracto, extraviar cosas, cambios de ánimo o comportamiento, cambios en la personalidad y falta de iniciativa.
  • ¿Por qué ocurre?: debido a alteraciones bioquímicas en las estructuras cerebrales (depósitos proteínicos insolubles tipo amiloide (placas seniles) y ovillos neurofibrilares en el tejido cerebral): Estas alteraciones producen muerte neuronal que causa atrofia cerebral. Un 10% de los casos es de origen genético.
  • Manifestaciones neuropsicológicas:
  • Trastornos de memoria: inmediata, a corto plazo y largo plazo, memoria de trabajo, memoria episódica, semántica y procedimental.
  • Trastornos del lenguaje: expresivo (denominación, fluidez, repetición), comprensión, lectura y escritura.
  • Desorientación: temporal, espacial, personal y esquema corporal.
  • Deterioro de las funciones ejecutivas.
  • Problemas atencionales: sobretodo atención sostenida.
  • Trastornos agnósicos: agnosia visual, auditiva, olfativa, gustativa y táctil.
  • Trastornos apráxicos: apraxia ideomotora, ideatoria y constructiva.
  • Trastornos afectivo-conductuales: depresión, apatía, irritabilidad, agresividad, ansiedad, agitación, delirios y alucinaciones, problemas de sueño…
  • Evolución:
  • Fase 1 (1-3 años): deterioro progresivo de la memoria, con dificultad para almacenar nuevos aprendizajes, olvidos frecuentes, desorientación espaciotemporal, dificultades para el cálculo, reducción de la iniciativa, ausencia de conciencia de su enfermedad, empobrecimiento del lenguaje, cambios de humor, aislamiento social. En general, las habilidades de la vida diaria están conservadas y el control psicomotor es normal. En las pruebas de neuroimagen no aparecen alteraciones.
  • Fase 2 (2-10 años): etapa intermedia con empeoramiento de todas las funciones cognitivas. Trastorno amnésico grave, lenguaje afásico, acalculia (alteración de habilidades y procesamiento matemático), manifestaciones de tipo apráxico y agnósico. La conducta se muestra progresivamente indiferente y pueden aparecer alucinaciones y delirios así como agresividad. Las funciones ejecutivas se encuentran muy afectadas y hay un deterioro evidente de las habilidades de la vida diaria. En las pruebas neuroanatómicas se observa un aumento de los surcos cerebrales y de los ventrículos cerebrales.
  • Fase final (8-12 años): estado más grave que finaliza con la muerte. El deterioro cognitivo es grave en todos los ámbitos, afaso-apracto-agnosia generalizada, dependencia total del entorno, síndrome de gatismo caracterizado por incontinencia urinaria y fecal, su actitud motriz se caracteriza por la rigidez muscular y la postura flexionada, completo aislamiento del medio. En las pruebas de neuroimagen se observa una intensa dilatación ventricular.
  • Tratamiento: tratamiento farmacológico combinado con estimulación cognitiva (estimulación de las funciones cognitivas tanto afectadas como conservadas), logopedia (trastornos del lenguaje), terapia ocupacional (actividades básicas e instrumentales de la vida diaria), fisioterapia (problemas motores), modificaciones en el entorno (para fomentar la autonomía y facilitar el cuidado), psicología (trastornos afectivo-conductuales) y asistencia a la familia (grupos de apoyo, terapia psicológica).
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